¿Qué ver en el Real Jardín Botánico?

¿Qué ver en el Real Jardín Botánico?

El Real Jardín Botánico de Madrid es uno de los sitios más emblemáticos de España y uno de los más visitados de la ciudad. Esto es gracias a su biodiversidad, que integra más de 5500 especies de plantas de todo el planeta. Muchos turistas deciden alojarse en un hostal en la zona de Atocha, ya que se encuentra por aquí cerca.

Este es un museo vivo en el centro de Madrid. Ofrece visitas guiadas para que los turistas comprendan la historia de este lugar y realicen el recorrido por el jardín y sus invernaderos. Descubrirás una combinación de curiosidades, singularidad de cada uno de los ejemplares y una gran diversidad de plantas que vale la pena conocer.

Principales puntos de interés del Real Jardín Botánico

Desde su fundación la función principal del Real Jardín Botánico ha sido la investigación, la conservación y difusión del mundo de las plantas.

Por eso, es normal ver a científicos e investigadores alojados en un hostal zona Atocha para visitar con mayor tranquilidad este lugar. Está compuesto por entornos muy atractivos que despiertan el interés por el conocimiento de cientos de turistas.

Este lugar está estructurado en cuatro terrazas. La más próxima es la Terraza de los Cuadros, donde se encuentran cuadrículas repletas de especies con carteles informativos. En el jardín botánico predominan las fuentes ornamentales que muestran exiguos chorros de agua.

En la mitad del lugar está la Puerta Real, la cual estaba desde el diseño original de Francisco Sabatini. Es una puerta levantada en el año 1774 en forma de arco de triunfo y es una de las más antiguas que se conservan en Madrid.

Asimismo, al final de esta terraza hay un paseo lleno de estatuas. Son esculturas dedicadas a cuatro botánicos importantes como son José Quer, Mariano Lagasca, Simón de Rojas Clemente y Antonio José Cabanilles.

El Pabellón Villanueva

Por otro lado, está la Terraza de las Escuelas, en la cual hay una colección de plantas ordenadas por familias. En el centro está la estatua de Carlos III, el monarca que impulsó la creación de la institución.

Después nos encontramos la Terraza o Plano de la Flor, que adopta formas curvas que le otorgan un aire más romántico. Además, el ambiente es muy fresco y en el medio del estanque se sitúa el busto de Carl von Linné, un artífice de la «sistematización botánica» en el siglo XVIII.

Mientras que al fondo está el Pabellón Villanueva, con salas de exposiciones, tienda y cafetería. En la cuarta terraza están los Laureles, que es la más pequeña de todas. Alberga la colección de bonsáis que fue donada por el expresidente Felipe González.

Finalmente, está la tapia que limita con la calle Alfonso XII, en donde termina el Jardín.

Historia del Jardín Botánico de Madrid

El Jardín Botánico de Madrid fue fundado en 1755 por orden del rey Fernando VI. Al principio, se situó en el Soto de Migas Calientes, junto al río Manzanares. Fue el rey ilustrado Carlos III quien lo trajo a una zona más cercana al centro de Madrid.

En esa época se fundó el Salón del Prado, donde se situaron las fuentes de  Apolo, Neptuno y Cibeles, a unos pocos pasos de la Puerta de Alcalá. También se situó cerca del jardín el gabinete de Ciencias Naturales, sede del Museo del Prado.

También se creó el observatorio de Madrid, el Pabellón Villanueva, la Puerta Real y la Puerta Norte, el cual es el acceso actual. En 1939 pasó a depender del CSIC y tres años más tarde fue declarado Jardín Artístico. La última rehabilitación data del año 2005.

Precios y horarios del Jardín Botánico de Madrid

Este lugar abre todos los días, excepto en Navidad y Año Nuevo. La hora que abre sus puertas al público es a las 10h y la hora de cierre varía según la época del año. De noviembre a febrero cierra a las 18h, mientras que en los meses de marzo y octubre a las 19h. En los meses de abril y septiembre a las 20h, y de mayo a agosto a las 21h.

El precio general de la entrada es de 4 euros, y se ofrece a menor precio para estudiantes, familias grandes y mayores de 65 años. El precio puede elevarse a 6 euros si quieres visitar la exposición en curso del Pabellón Villanueva.